Despues de una semana frenetica en la que tres noches las hicimos durmiendo en distintos autobuses y en la que pasamos del norte al sur del pais, llegamos a Arequipa ( 2335msnm).
Conocida como la Ciudad Blanca por el tipo de piedra usada en sus construcciones, Arequipa es la seguanda mayor urbe del pais. Su arquitectura delata la herencia colonial llena de iglesias,patios, suelos adoquinados….
Nosotros nos hospedamos en un hostel llamado «Wid Rover», caracterizado por su buen ambiente y por sus fiestas casi diarias.
Arequipa posee uno de los mercados mas grandes y mejor organizados que hasta ahora he visto en el viaje. Su gran variedad gastronomica pasa por el delicioso caldo de gallina, el rocoto relleno con pastel de papa o la sabrosa carne de alpaca entre otros.
Aqui hemos vuelto a coincidir con Monique,una amiga canadiense con la que ya viajamos unos dias por ecuador y que se une a nosotros en esta parte del viaje.
Tras pasar el fin de semana en la ciudad, nos preparamos para la aventura: nos vamos al cañon del colca. Desde Arequipa tomamos un bus destino a Cabanaconde (5 horas de trayecto +o-). El camino esta lleno de laderas frias donde pastan llamas y alpacas siempre escoltadas por cadenas montañosas cuyas cumbres lucen un manto de nieve.
Cabanaconde (3280msnm) se situa en la parte alta del cañon y supone nuestro punto de partida del trek. Por lo general, las agencias que hacen tours turisticos por aqui eligen las rutas del sur. Nosotros, fieles a nuestra idea de hacer todo por libre, optamos por tomar otros caminos menos frecuentados, lo que nos lleva al otro extremo del cañon.
Con las mochilas cargadas y con viveres suficintes para los siguientes dias, nos adentramos a descubrir el Colca.
La primera jornada comenzo con clima adverso.En la primera parte del camino la niebla no nos dejaba ver mas de escasos metros en adelante lo cual nos inquiteba por la supuesta adversidad del terreno que aun no llegabamos a contemplar. Por suerte las nubes se disiparon y pudimos hacer el descenso del cañon con mas tranquilidad y disfrutando de lo majestuoso de este lugar. Casi 4 horas nos llevaron al fondo del valle, donde transcurre el rio que da nombre a este lugar. Alli se nos unio «Ruco», como asi bautizamos a este perro que nos acompañaria durante el resto de nuestra aventura.
Una hora despues llegabamos a Paclla, concretamente a un lugar llamado Llahuar. Hasta ese momento no nos habiamos cruzado con nadie. Aqui apenas hay 4 casas. Una de ellas sirve de hospedaje a los caminantes que aqui llegan. El lugar, situado junto al rio, posee una pequeña alberca de agua termal a una temperatura mas templada que caliente. El dueño de la casa nos prepara tanto la cena como el desayuno, del cual disfrutamos en la terraza ante unas vistas envidiables.
La segunda jornada era en ascenso. Habia que subir hasta una de las comunidades mas altas del cañon: Fure. Fueron mas de 4 horas de subida que no se hicieron muy duras, debido a lo hermoso del camino, en el cual nos cruzamos con algunas campesinas que, acompañadas por sus burros de carga, iban en busca de viveres al pueblo mas cercano ( a mas de 9 km). Describir Fure con fotos o palabras no es posible. Tiene una magia y una energia que para comprender has de llegar alli. Esta situado a unos 300om y su poblacion no sobrepasa los 60 habitantes. Esta rodeoado por enormes cumbres, rios y cascadas cuya agua emergue del interior de la tierra.
Una señora tiene habititado un hospedaje tan humilde como encantador, situado en un balcon natural, donde mires a donde mires quedas perplejo por lo bonito y autentico. A la belleza del lugar se une la emocion de estar solos, sin ningun turista y alejados de todo. Es espectacular.
Al dia siguiente continuamos la ruta, esta vez en descenso hasta lo mas profundo del cañon, donde un lugar llamado Sangelle nos aguarda en forma de oasis. La paz, la tranquilidad y la noche estrellada nos sirvio de merecido descanso para que , tras unas horas de sueño, emprendiesemos el ascenso hasta el que fue nuestro punto de partida y nuestro punto final en el Colca: Cabanaconde.
Deja un comentario